jueves, 27 de agosto de 2009

Utilización correcta del dribling, por Javier Imbroda

Hemos leído y escuchado muchas veces que el dribling se debe utilizar en tres situaciones concretas:

a. Subir el balón bajo presión.
b. Resolver una penetración.
c. Mejorar el ángulo de pase.

Por tanto, reducir el dribling lo mínimo porque, efectivamente, el bote es un arma defensiva que en muchas ocasiones se utiliza a destiempo y llega a tener una influencia negativa para el ataque del equipo. Con mi bote siempre quiero crear una situación. Si la defensa está pendiente de mi posible acción, mi ataque estará ganando. Con ello conseguirá ganar más oportunidades de crear situaciones de canasta. Si no provoco estas situaciones, las estaré reduciendo a una opción de conseguir canasta, disminuyendo, lógicamente, las posibilidades de éxito de mi ataque. No preocuparse de lo que debemos hacer después, sino tomar lo mejor de una situación inmediata.
Para provocar una situación de amenaza con mi bote, ¿cuándo doy el primer y último bote, independientemente de la situación del campo, mediante las fintas de salida, de pase, de tiro...
El primer bote quiero darlo en ventaja (iniciativa hombre-balón). Para ello necesitaré de un trabajo previo para desequilibrar al defensor (fintar = crear), continuando con cambio de ritmo y estaré dando el primer bote con ventaja.

El último bote lo daré cuando tenga totalmente definida mi acción:

a. Culminar una acción ofensiva (bien sea el tiro, penetración, ...)
b. Dar una asistencia
c. Crear una situación ventajosa


No hay comentarios:

Publicar un comentario